Preguntas y respuestas sobre la prevención del suicidio
A continuación, resolveremos algunas preguntas sobre el suicidio. El objetivo es que sepamos como identificar y ayudar a un potencial suicida.
Si quieres conocer sobre este tema viendo un video, aquí puedes encontrarlo
¿Qué debo hacer si alguien me comenta que desea suicidarse?
Lo primero que hay que hacer es tomárselo en serio. Hay personas que tienen el prejuicio consistente en que aquella que se va a suicidar no avisa, no lo dice; por lo tanto, no le prestan atención a quien lo anuncia. La realidad es otra. La gran mayoría de personas que se han suicidado lo han avisado mediante palabras.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, ocho de cada diez personas que se suicidan lo avisan mediante palabras; uno de diez transmite el mensaje mediante sus actos, y uno de cada diez lo hace sin avisar. Las personas avisan porque están en medio de un conflicto entre su parte sana y su parte enferma. Los que no avisan tal vez no quieran recibir ayuda o sencillamente no tienen a quien avisarle. También es cierto que hay quienes amenazan con suicidarse sólo para llamar la atención; sin embargo, no es algo que debamos suponer a priori; además, pueden terminar suicidándose aunque no sea su intención original.
A continuación, uno tiene que escuchar. ¿Cómo escuchamos?
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Primero, incondicionalmente: sin horrorizarse, sin escandalizarse ante nada de lo que nos digan.
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Segundo, se escucha activamente: participando, haciendo preguntas, resúmenes.
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Tercero, se escucha con atención, concentrándose en lo que se está diciendo.
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Cuarto, se escucha empáticamente, poniéndose los zapatos de la otra persona, sin quitarse los propios.
Escuchamos por varios motivos. El primero de ellos es para que la persona reciba un apoyo emocional. El segundo motivo tiene que ver con la valoración de los factores de riesgo relacionados con el suicidio presentes en nuestro interlocutor.
¿Qué factores de riesgo debemos tener en cuenta?
Los factores de riesgo son aquellas circunstancias que aumentan o disminuyen las probabilidades de que algo ocurra. El principal factor de riesgo relacionado con el suicidio es padecer un trastorno mental. El padecimiento de un trastorno mental está presente en más del 90 % de los casos de suicidio consumado y en buena parte de los intentos de suicidio. Los trastornos mentales que más se relacionan con el suicidio son los trastornos depresivos, los trastornos bipolares, los trastornos psicóticos (como la esquizofrenia), el estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo y los trastornos relacionados con sustancias recreativas. Los trastornos de adaptación se relacionan especialmente con los intentos de suicidio no consumados.
También hay que tener en cuenta algunos hallazgos clínicos. Entre ellos el más importante son las ideas de desesperanza. Sin embargo, no es el único. Es muy importante establecer si existen planes suicidas o síntomas psicóticos como alucinaciones o ideas delirantes. Hay que conocer el patrón de sueño del sujeto. Tanto el insomnio severo como la somnolencia incrementan el riesgo de suicidio. También influyen la confusión mental, las ideas de desamparo y de minusvalía y la ansiedad grave.
En cuanto al sexo, el suicidio es más frecuente en hombres y los intentos fallidos lo son en las mujeres.
Respecto a la edad, en Colombia el suicidio es más frecuente en las personas que tienen entre 20 y 24 años de edad. Sin embargo, el riesgo relativo es mayor en los ancianos.
Ante un potencial suicida hay que conocer los antecedentes. Por ejemplo, si la persona lo ha intentado antes o si hay antecedentes familiares de conductas suicidas.
En la valoración de un potencial suicida es necesario evaluar si cuenta con redes de apoyo, tales como amigos, familiares, compañeros de trabajo; si pertenece a alguna agremiación, a un club deportivo, si practica una religión, etcétera.
En síntesis, escuchamos para apoyar y para saber qué tanto riesgo tiene la persona de cometer el suicidio. También escuchamos para que la persona acepte recibir ayuda.
Como se ha dicho, lo primero que hay que hacer con una persona que nos ha dicho que quiere suicidarse es tomarla en serio y luego escucharla.
¿Qué puedo decirle a una persona que ha expresado intenciones suicidas?
No hay una respuesta universal. Uno debe decir lo que le nazca y sienta que puede ser útil. Lo que sepamos que es más bello que el silencio.
Es más fácil responder la siguiente pregunta.
¿Qué no debo decirle a una persona que ha expresado intenciones suicidas?
Nunca debe intentarse luchar contra las ideas suicidas. No se le debe decir a alguien que se quite determinadas ideas de la cabeza. No se le puede decir que deje de estar pensando en determinado problema y que las cosas mejorarán por sí mismas. Tampoco debemos ponernos de ejemplo ni decir lo que supuestamente haríamos en caso de estar en el lugar del otro. Recordemos que la realidad de esa persona es diferente de nuestra realidad. Tampoco debemos reprochar, criticar, sermonear ni burlarnos.
Si uno no sabe qué decir, es mejor callar. Cuando uno escucha ha hecho buena parte de una psicoterapia de apoyo. El simple hecho de escuchar permite que la persona exprese sus emociones, sentimientos y pensamientos. Si uno escucha con los lineamientos que antes hemos mencionado, estamos brindando ayuda.
Claves o tips para el abordaje de un paciente en riesgo de suicidio
Como se ha dicho, lo primero es tomar a la persona en serio; no ser prejuicioso en ningún momento. También debemos indagar sobre problemas presentes. No serán la causa de las conductas suicidas, pero sí sus desencadenantes.
Es muy importante recordar que el suicidio puede prevenirse. Cuando una persona está pensando en suicidarse, hay maneras de brindarle ayuda. El tratamiento del trastorno psiquiátrico que está generando las ideas o conductas suicidas permitirá que cese el riesgo de cometerlo.
Una persona que tenga una determinación o plan suicida o que lo haya intentando recientemente, necesitará ser hospitalizada. No debemos tener miedo a las clínicas psiquiátricas. La lucha contra el estigma de los trastornos mentales incluye los tratamientos, incluyendo la internación cuando sea necesaria. Una clínica psiquiátrica es cómo cualquier otra. La diferencia es que se ocupa del tratamiento de los problemas emocionales y del comportamiento.
Las personas con riesgo alto de suicidio deben ser hospitalizadas ya que pueden hacerlo en cualquier momento. Muchas personas se han suicidado porque no fueron hospitalizadas en el momento oportuno. La internación permite tratar el trastorno psiquiátrico subyacente en un entorno seguro.
Si conoces a alguién en riesgo de suicidio, no dudes en contactarme
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